No fue De Gaulle

Tremendo error en mi comentario de ayer. No fue el general De Gaulle quien dijo lo del golpe de estado constitucional, si no François Mitterrand, aplicándoselo al régimen del general.

El PP abandona a España

A lo que parece, el Partido Popular ha decidido rendirse al zapaterismo ambiente. Con toda seguridad, la rendición va a ser en todos los frentes. Apuesto algo a que no pasarán muchas semanas sin que acepten el nuevo Estatuto de Cataluña, eso si no han pactado ya su constitucionalidad con el PSOE a cambio de algún leve retoque. Claro que lo más probable es que sea sin retoque alguno, para que nadie dude de que también es un partido progresista y favorable a la "España Plural". Adios a la defensa de la enseñanza en castellano, de la dignidad nacional, de los símbolos nacionales. Pongo el ejemplo del Estatuto, porque es lo más grave que ha hecho el zapaterismo en su primer cuatrienio. Después de todo, y en mi opinión, se trata de un golpe de estado constitucional, que diría el general De Gaulle. Pero como el Estatuto, lo demás.

Han aceptado que la izquierda les diga como tiene que ser la derecha: una izquierda que se llame derecha. El continuo machaque que han sufrido por parte de los opinadores de la 1, la 2, la 3, la 4, la 5 y la 6 (y porque no hay más) ha hecho mella. Menos mal que los tales opinadores, tertulianos, propagandistas, comisarios políticos y demás intelectuales de izquierda son de la talla de Mº Antonia Iglesias, Iñaki Gabilondo o ¡¡¡Enric Sopena!!! Si llegan a ser Fernando Savater, Pérez Reverte o Alvaro Pombo,  el Partido Popular se habría autodisuelto. Y lo peor es que quienes no están de acuerdo con esta postura, ponen como solución a Esperanza Aguirre. Menuda esperanza.

Gracias

Por razones que no vienen a cuento, no he podido escribir en mi blog casi desde sus inicios. A todos los que me habéis leído, y a los que habéis participado , os doy las gracias y os pido perdón por no haber contestado.

Una portada progre

 

En la portada de la web del grupo gay asturiano XEGA vienen una fotos de Polaino, Ana Botella, Benedicto XVI, Rajoy y Ovidio Sánchez, acompañados del lema “Trabajan contra la igualdad de gais, lesbianas, transexuales y bisexuales ¿Qué haces tú para evitarlo?” Polaino se lo merece, pero aun así, ni él ni los otros cuatro ha metido a los gays en campos de concentración. Fidel Castro si lo ha hecho. Fidel Castro no viene en la portada.

La falacia del matrimonio gay

 

Cree ZP que, en relación con el llamado matrimonio gay, lo que ha hecho es conceder un derecho a quienes no lo tenían, o como a él le gusta decir, “extender derechos”. Que yo sepa, los españoles, sin ninguna distinción, ya teníamos unos derechos reconocidos por nuestra, todavía vigente, Constitución. Los derechos que, por el simple hecho de haber venido a este mundo, nos corresponden, están todos ellos contemplados en la misma. Un ciudadano, no un pepiño, no necesita más. La ciudadanía no es gay, hetero, blanca, negra, católica o budista: es ciudadanía. Parece mentira tener que decir esta obviedad, pero así estamos. Y lo que habrá que repetirla.

Traducido esto al idioma progre, quiere decir que los gays ya teníamos los mismos derechos que los heteros. Quienes se querían emparejar, cuatro o cinco, ya lo hacían, y quienes no, cientos de miles, pues no. Y vamos a seguir sin hacerlo. Si el PSOE cree que, a los cuatro que sí, su emparejamiento se tiene que llamar como el de la unión hombre-mujer para fundar una familia, ello tiene más que ver con las ganas de fastidiar a la Iglesia, que con la defensa de unos pretendidos derechos gays. Y con el electoralismo. O eso creen ellos, porque esta es otra, lo del matrimonio no va a cambiar en casi nada el sentido del voto de los gays. Me temo, señores del PSOE, que lo de Chueca no es una excepción.

El Partido Socialista, a falta de tener otra cosa, si que tiene buenos estrategas que saben lo que hay que hacer para ganar elecciones a como de lugar, y así lo han demostrado, pero, en este caso, les han metido un gol. Quienes les asesoran en esta materia, no conocen muy bien el mundo gay ni, sobre todo, los mecanismos que nos mueven. Los Zerolo y demás activistas, parece mentira para ellos, están muy, pero que muy alejados de nuestro sentir mayoritario. Tal vez ello explique que sólo el 0,00001% de los gays militen en eso que, de manera tan horrible, se llama “colectivos gays”. Y seguramente soy generoso. La inmensa mayoría de nosotros no sentimos la necesidad, primero de emparejarnos, y segundo de que, de hacerlo, el resultado tenga que llamarse matrimonio. No hacemos cuestión de eso, me temo que somos demasiado individualistas para que nos alcancen esas cosas. Creo, señor Zapatero, que no conoce a demasiados gays, aunque, como buen progre, seguro que repite usted varias veces al día el mantra: "tengo muchos amigos homosexuales."

Resumiento: que no nos ha concedido ningún derecho de más, ZP, que los que nos corresponden, ya los teníamos.

Harto del Catecismo progre

Había pensado llamar a este diario, "Un gay en el Tontunato", pero no creo que nadie me leyese entonces. Hasta hoy, supongo que sería el único en llamar al actual estado de cosas en España, el Tontunato, a pesar de la evidencia de que nuestro país vive en un estado de tontuna generalizado, en el cual los ciudadanos están siendo progresivamente sustituidos por pepiños. También hubiese valido el Pepiñato, pero no sería tan justo, después de todo él no es el máximo responsable.

Ayer leí en el blog de Arcadi Espada (soy arcadiespadaadicto) lo siguiente: El estado general de mi espíritu ha mejorado desde que soy de derechas y ya puedo decir lo que pienso. Pues eso: que hubiese podido escribirlo yo. Lo que menos se imagina ZP es la cantidad de derechistas que ha creado (seguro que no soy el único) desde que está en el Gobierno. La verdad es que yo ya estaba en ello, pero todavía creía que, al menos, defenderían la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley. Ni eso. Y puesto que ya no son de izquierdas, no quieren ser de derechas y el centro para ellos es sinónimo de derecha ¿Qué coño es el PSOE? Yo lo sé, pero no lo voy a decir. Pues bien, esta gente que no sabe lo que es, ni querrán saberlo, está destinada a gobernarnos durante bastantes años, sus televisiones (todas) se encargarán de ello, ya lo están haciendo. La pesadilla tontuna continuará.

El manifiesto programático de este blog se resume en: estoy harto del catecismo progre. Y de todo el tal catecismo, lo que más me ofende últimamente es la curiosa teoría de que los gays somos o, lo que es aún peor, tenemos que ser, de izquierdas. Aquí estoy yo para desmentirlo. Bueno, yo y Chueca, que es un manantial de votos para el PP.

Empieza, pues, la guerra (es que tampoco soy pacifista).